Reseña: Mawaru Penguindrum

 

Mawaru Penguindrum

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Una chica con una enfermedad terminal, llamada Himari Takakura, es salvada de la muerte por un extraño espíritu que reside en un sombrero con forma de pingüino. Sin embargo, a cambio de extender su vida, el espíritu encomienda a sus hermanos, Kanba y Shouma, a buscar un objeto conocido como el Penguin Drum, con ayuda de un trío de extraños pingüinos.

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Información

 

Género: Comedia, Drama, Misterio, Psicológico

Director: Kunihiko Ikuhara

Estudio: Brain’s Base

Episodios: 24

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«Odio la palabra destino«

Con esta frase empieza Mawaru Penguindrum un anime que he tardado una eternidad en ser capaz de reseñar. Siempre he creído que es mejor dar las impresiones una vez terminada la serie, libro, etc., pero a veces viene bien un poco de perspectiva. En este caso simplemente es que me dejó demasiado tocada.

Hablo en serio, y sé que muchos me entenderéis, cuando digo que no se cómo enfocar esta reseña, la complejidad que hay detrás de todo el desarrollo y de los personajes es algo muy difícil de poner en palabras pero se va a intentar.

Vamos a empezar por lo básico: el argumento. He leído sinopsis en varios lugares y ninguna era igual que otra. En algunas nos dan un planteamiento más simple (yo he elegido esta opción) y en otras nos ponen sobre la mesa las cuestiones más profundas de la trama. Mi elección ha sido básicamente porque tal como empieza el anime tiene un aire más «infantil» por decirlo de alguna forma que a medida que avanza la trama se pierde lentamente dejando paso a unas ideas más complejas y rebuscadas. Siendo un anime del gran Ikuhara no se podría esperar menos. La historia se nutre de una serie de simbolismos que muchas veces no se llegan a entender, pero que si se pone mucha atención se pueden descifrar suficientemente como para que Mawaru se convierta en uno de los animes más increíbles que un espectador tendrá el placer de ver.

 A parte de una serie de elementos que quizás no sean del agrado de muchos (el tema de los simbolismos no es para todos, soy consciente de ello) el anime presenta una historia entretenida, con dosis de humor bien equilibradas con la potente cantidad de drama que se esconde detrás de todas esas estrellitas flotantes. Un claro ejemplo de ese equilibrio entre ambos elementos son los personajes, tanto los principales como los secundarios tienen un pasado desgarrador pero protagonizan escenas realmente graciosas que hacen que se te olvide por todo lo que pasaron. 

Y ya que estamos, vamos a comentar el elenco un poco. Mawaru es uno de esos animes donde todos los personajes, tanto principales como secundarios, tienen un papel fundamental en el desarrollo de la trama. Es increíble como todas sus historias se entrelazan y cobran sentido unas con otras. 

 

Los personajes principales son los hermanos Takakura, Shouma (mi niño precioso ♥) Kanba y Himari, además de Ringo Oginome. Cuatro personas con personalidades totalmente opuestas entre sí, que tienen una visión distinta del mundo y, por lo tanto, actúan de formas totalmente diferentes. Se puede ver como cambian a medida que avanza la trama pero sin dejar atrás sus personalidades y deseos más profundos.

En el plano de los secundarios primero destacar la Princesa de Cristal, la versión de Himari con el sombrero, una chica sin pelos en la lengua que resulta realmente divertida. Luego tenemos a Masako Natsume, Yuri Tokikago y Keiju Tabuki, tres personas que no son lo que parecen y sorprenden, cada uno a su manera, aportando, todos ellos, giros muy interesantes. En los secundarios también se tiene que destacar al peli-rosa de turno, Sanetoshi Watase, que tiene una aparición tardía pero potente. Y por supuesto, los tres simpáticos pingüinos que acompañan a los Takakura que como todo en esta serie, significan más de lo que uno piensa.

(después de los personajes viene hablar del final, venga Umibe, que esto lo terminas hoy)

Como he dicho antes la trama empieza con un aire «infantil» que va tomando un rumbo más serio a medida que pasan los capítulos. Los pasados de todos los personajes y las distintas escenas abarcan una cantidad de cosas increíble para tan solo 24 episodios. Los distintos eventos que suceden sirven para sentar las bases de un desenlace realmente impactante, oscuro y que pone la piel de gallina además de dejarte una estela de tristeza y vacío que permanece en la memoria tiempo después de haberlo visto.

Os voy a hablar de los aspectos técnico porque he vuelto a ver el último episodio para hacer esta reseña y si sigo hablando del final me voy a poner a llorar hasta la próxima semana. La animación de este anime es una preciosidad y tiene una paleta de colores muy bonita, con colores alegres que se oscurecen en las escenas clave. En cuanto a la OST, es una de mis preferidas (por no decir que es mi favorita por encima de todas). Los dos openings son canciones geniales y diez, sí, sí 10, y los endings son canciones en la cabecera de más de una playlist. Además, las canciones que ambientan las escenas son piezas muy adecuadas y que me tienen enamorada.

Mawaru Penguindrum es un anime intenso, lleno de simbolismo y que no deja indiferente a aquellos que lo siguen hasta el final.

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Nota Final:

10